23 dic 2010

el horno de piedra

En el fondo de la casa había un horno de piedra, que mi papa cuidaba de manera exagerada, dicho horno servia para hacer pizzas en fin de semana, pavo en navidad, pollo, de todo, hasta armadillo.
mi papa decía que para tener a “punto” el horno de piedra había que tener mucha templanza, si el horno tenia mucho fuego corría el riesgo de salirse de control y de acabar con todo, pero que si el fuego era muy poco no servia para nada, ni siquiera para dar calor, en ese sentido, era como el corazón, que a veces se sale de control
también decía que dependiendo de la época del año había que tener cuidado con sus usos, en época de calor era adecuado para protegernos de la lluvia, y en navidad a veces aunque no se usara como horno se usaba para calentar el ambiente, literalmente, que mas que servir para hornear el pavo era para dar calor en navidad, pero que para eso había una formula secreta, que nunca quizo enseñarme, me dijo que cada quien tenía su formula para dar calor a los demás en navidad, que unos hacían un gran fuego porque tenían muchos amigos, que otros, usaban poco porque eran pocas personas las que tenía que calentar, aparte de que el fuego empieza lentamente, va creciendo y poco a poco hasta estabilizarse y generar un gran fuego con una flama azul azul.
hasta hace unos años, mi fuego era pequeño, muy pequeño, casi imperceptible,
hoy es un gran fuego, que da calor a mis ijos y a aquellos que quieran ser mis amigos

no importa que tan grande sea el fuego que hay en tu horno, lo que importa es que las muchas o pocas personas que calientes, se sientan tan bien en tu presencia como si estuvieran en casa, sin criticas, sin prejuicios, sin chismes, sin que los juzgues


Feliz navidad

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