9 may 2021

toto

Ese viernes 13 de marzo justo antes de entrar en sueño profundo Leonardo adquirió el don que le acompañaría toda su vida. Leonardo era un niño de ocho años, tímido, inseguro, distraído. Pensaba que era así por su causa pero realmente había muchas circunstancias que lo habían hecho de esa manera: su familia era disfuncional, desintegrada, su mamá vivía con su papá, ellos tres en un cuarto de lámina, en una vecindad con baño colectivo, su mama también tenía lo suyo; era la chismosa del barrio, la que difundía antes que nadie la noticia de la adolescente embaraza o del marido infiel, esto le daba mucha vergüenza. Leonardo sabía que cada viernes le tocaría presenciar el mismo ritual: Su padre llegaba bien tomado, le pegaba a su madre por cualquier cosa, terminaban teniendo relaciones delante de el en un cuarto sin divisiones, cuando su papa se dormía, su madre terminaba masturbándose, el tenía que presenciar todo y guardar silencio. Ese viernes trece en la noche su papá fue detenido por la policía por posesión de mariguana y de una navaja, no llegó a la casa por lo que se pudo dormir tranquilo. justo antes de caer en el sueño profundo donde dicen los iniciados que se generan las más grandes ideas le vino a la mente una figura por lo que se levantó y aficionado al dibujo como era empezó a crearlo y, como suele suceder con los grandes artistas, entró en una especie de estado de trance. el lápiz corría solo sobre el papel, él era solo un conducto de la energía del universo, terminando cayó profundamente dormido, al día siguiente pudo ver lo que había dibujado. Era un ser con cuerpo de mamífero, del tamaño de un pavo, cuatro garras muy filosas que podía ocultar a voluntad, tenía unas alas enormes tres veces su tamaño, era de color verde oscuro con unos ojos verdes brillantes con cuernos cortos de esos que terminan hacia adentro, tenía el pico de un pez Marlín, era pequeño eso la pareció extraño pues casi siempre dibujaba eran superhéroes, villanos, princesas, ídolos de deporte, pero casi nunca animales, a diferencia de los demás niños nunca tuvo fascinación por los dinosaurios. El lunes por la mañana Leonardo tuvo la oportunidad de verlo por primera vez. Leonardo sufría de Bullyng en el tercer año de primaria: golpes, patadas, le metían el pie para que se cayera, sus cuadernos aparecían como acordeones o quemados, en una ocasión lo sacaron del baño medio desnudo pero en aquel tiempo eso era algo normal, nadie decía que eso estaba mal o que solo hacia daño emocional era parte de la vida. El lunes leonardo fue humillado al extremo, un compañero de nombre Ricardo le arrojó al suelo su desayuno y lo obligó a comer del suelo. Leonardo sintió miedo, terror, y sobre todo odio, fue cuando lo vio saliendo poco a poco del huerto no era más grande que un pavo, sin embargo poseía una fuerza descomunal y una perversión innata, salió caminando del huerto como si fuera un pato se dirigió directamente a Ricardo y se paró enfrente de él, parecía que leía la mente, Ricardo le decía “¿qué quieres? que me disculpe y que nos hagamos amigos, no, eso nunca va a suceder”, terminando la respuesta la criatura abrió sus alas y agarró a Ricardo por los hombros, lo levantó como a siete metros dio vueltas sobre si mismo y lo dejó caer, ahí supo Leonardo que la criatura era perversa: no mataba, pero si te dejaba un infierno para toda la vida. En este caso, Ricardo tuvo fractura de los dos tobillos, de una rodilla, un brazo, la mano, La calidad de vida de Ricardo sería un infierno, los niños dieron cuenta de la historia y ahí empezó la leyenda. nadie volvió a tocar a Leonardo. Teniendo 12 años ya en la secundaria Leonardo volvió a ver a la criatura pero esta vez cuando la vio dijo un nombre de manera espontánea ,como si lo conociera de toda la vida: “¡Toto¡” en esa ocasión estaba a punto de cruzar una calle pero al verlo se detuvo, en la calle sucedió un accidente múltiple entre siete carros, fue la primera vez que lo vio, con el tiempo se fue acostumbrando a verlo, pero empezó a comprender que su presencia siempre era relacionada con algún aviso de la maldad o de la perversión de los demás seres humanos, teniendo 20 años en una conferencia con universitarios conoció a una compañera, estaban platicando muy a gusto Leonardo volteó a ver hacia el escenario y ahí estaba Toto, mirándolo, esa compañía fue muy mala para Leonardo, sexo, drogas, problemas con la policía, problemas para terminar la carrera, de ahí en adelante supo que cuando Toto lo visitaba esa persona, ese lugar o esa idea no sería buena para el, avisaba de malas intenciones, en otra ocasión se presentó a una entrevista de trabajo muy prometedora, ahí apareció Toto, salió del lugar inmediatamente, la empresa quebró y muchos de sus empleados terminaron con malas etiquetas o con problemas legales, curiosamente las personas que le hacían daño a Leonardo de manera intencional siempre terminaban viviendo un infierno: un accidente inexplicable, la pérdida de un hijo en plena juventud, en la cárcel. Al final su mayor virtud fue su mayor defecto también, pero ese fue el éxito en la vida de Leonardo: nunca perdió su inocencia por más pruebas que la vida le puso, gracias a su don.