7 nov 2010

es de sabios cambiar de opinión

Prejuicios, intolerancia e injusticias

Es de sabios cambiar de opinión



como señalaba en este mismo post, los prejuicios en lo personal es una de las cosas que mas me molesta, porque da lugar a la intolerancia, a la injusticia, a la discriminación, y a que sigamos actuando con formas arcaicas, con formas rígidas, a no darnos cuenta, a pesar de la modernidad, de que nuestras mentes, nuestros pensamientos, nuestros actos, nuestras conductas en realidad no son elegidas por nosotros mismos, si no por el sistema imperante, que, en lugar de ser cada vez mas flexibles, mas tolerantes, mas abiertos, en realidad cada vez somos mas cerrados, mas rígidos, mas inflexibles, mas intolerantes, y sobre todo mas discriminatorios.
Ejemplos, los hay en todos lados: en la familia, en el trabajo, en el vecindario, en la escuela, etcétera.
En la familia, en el trabajo, en el barrio nunca falta el desadaptado, el que no hace caso de las normas, el que no concibe el mundo en los términos de éxito de los demás(este por sí solo es tema aparte), el introvertido, el paria, el drogadicto, el que no se viste de acuerdo a lo que se deberia de esperar, el que no quiere el gran puesto que le ofrecen porque prefiere la felicidad a el éxito, el que piensa un poco diferente, el que carga cangurera, el “raro” el “freakie” el “looser”,el que habla de conspiraciones ovnis y de fantasmas a sus treinta años, el que siempre termina bien borracho y faltándole al respeto a medio mundo, el que usa camisas hawaianas, el raro que se para a ayudar a la gente cuando se le poncha una llanta, el que no se para a bailar, el que nunca va a las fiestas, el que permanece en su cuarto siempre,

La sociedad piensa, y así enseña a pensar que estos anormales, que estos desadaptados, son los que “están mal”, y busca excluirlos del medio social, rechazarlos, tirarlos a la calle, a la basura, fuera.
Sin embargo, nunca nos atrevemos a pensar que pasaría si todas estas personas no fueran rechazadas, no fueran excluidas, y no digan que no porque cuando vamos en la calle nos alejamos del joven que se ve maleante, del borracho que viene dando traspies, del pariente que nos llega a visitar a las siete de la mañana porque se le acabo el trapiche, rechazamos, alejamos, votamos para que se vayan y los botamos del entorno, es una discriminación, una intolerancia que no se ve, que no se denuncia, pero que se practica dia a dia.
DIA a día hacemos ostentación de nuestro éxito mandando el mensaje de inferioridad a los demás, hacemos alarde de nuestros triunfos y burla del fracaso de los demás, todos queremos ser de sangre azul, no confundirnos con el resto, hacer saber que sí tenemos buenos gustos, que sí sabemos comer, sabemos de coches, de moda, de familias reales, nos guzta la zona vip, morimos por ella, morimos por no ser como la pelusa, como la gente común y corriente, esta es la discriminación que no se ve.
Empero, también hay otros tipos de discriminación, que es la que William James llamó “ceguera personal”, y es juzgar a los demás de acuerdo a nuestros criterios, a nuestros ojos, pensar que nuestra forma de ver la vida es, sin lugar a dudas, sin margen de error, la correcta, la única, la verdadera, aunque como dijera Nietzsche, no hay verdades, solo hechos e interpretaciones.
a veces juzgamos a los demás de una manera tan intolerante, tan rígida, tan absurda, que no nos damos cuenta del gran error que estamos cometiendo, tratamos de ser mas puristas que el papa, tiramos piedras a la menor provocación, quienes somos para juzgar la moral y la moralidad de los demás?, que pasaria si esa persona me pidiera una oportunidad? seguiria en mi intolerancia de tacharlo de corrupto, de deshonesto, de patan, sin darle la oportunidad de redimirse?, porque no darle el beneficio de la duda? que tan grande es mi ego que no acepto que nadie me lleve la contraria?, y ah, cuidado, que el que me la hace me la paga ehhh, quizas supe algunas cosas de el, que me llevaron a formarme un criterio de su persona(he ahí el prejuicio), pero esto no justifica que no pueda cambiar de criterio, si Dios siempre nos da una segunda y a veces hasta tercera oportunidad, porque yo no?.
que tan grande es mi rigidez, mi intolerancia que no puedo retractarme y decir ok, estaba yo equivocado con respecto a ti, no eres como yo pense
lo malo es que a veces nos llevamos a otros de corbata

practica lo que predicas ( una cancion de testament)

Heberto de jesus Ramírez leon